Por todos es sabido que la riqueza gastronómica de la Región de Murcia tiene un valor prácticamente incalculable. Esto se debe a que a partir de los productos que cogemos directamente de nuestra huerta podemos hacer, como popularmente se conoce, de un roto un descosido. Que tenemos patata y ajo, pues hacemos pataticas a pelotón. Que además hemos encontrado cebolla y una calabaza o un calabacín, pues zarangollo que te crió.
Por eso, en días apagados y fríos como el de hoy, os traemos otra receta de esas de casa de la abuela: el potaje murciano, también conocido como olla gitana. Además de ser denso en nutrientes, es fácil y muy barato al no usar durante su elaboración ningún ingrediente extraño o de gran valor económico.
A continuación podréis ver los ingredientes que son necesarios para hacer un potaje murciano para 4 personas.
Ingredientes
- 400 gramos de garbanzos, que tendremos que poner a remojar la noche anterior con agua, sal y bicarbonato.
- 1,5 litros de agua o caldo vegetal según se prefiera.
- 250 gramos de judías verdes troceadas.
- 300 gramos de calabaza ya pesada y sin piel ni pepitas
- 1 patata grande o 2 pequeñas según sea el tamaño
- 2 peras peladas y sin pepita
- 1 cebolla de tamaño mediano
- 2 tomates maduros o, en su defecto, tomate de lata bien sea tomate triturado o troceado.
- 2 dientes ajo
- 1 cucharada de almendras troceadas
- 1 rebanada de pan. Se puede usar un biscote para así evitar tener que freír el pan.
- 1 cucharada rasa de pimentón.
- 1 hoja de laurel.
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Pasos a seguir
Su elaboración, al ser al más puro estilo tradicional, nos ocupará un tiempo de alrededor de dos horas. Si se tiene prisa, se puede usar la olla rápida, pero hay que decir que no estará tan sabroso como si se hace a fuego lento.
Para empezar, lo primero que se deberá hacer será poner en remojo la noche anterior los garbanzos en agua con sal y bicarbonato. Por la mañana del día siguiente se colarán los garbanzos y se tirará el agua en la que estuvieron a remojo.
Una vez nos hayamos deshecho del agua de remojo, deberán lavarse bien bajo el grifo y se pondrán en una olla grande con agua o con caldo vegetal caliente, ingrediente que dependerá de cada cocinero o cocinera. Hecho esto, se añadirá un poco más de sal al gusto y se llevará hasta la ebullición.
Cuando ya haya roto a hervir, deberemos bajar el fuego casi al mínimo y los mantendremos en continua cocción otros 50 minutos más, pero esta vez con la tapa puesta. Mientras pasan esos minutos, picaremos la cebolla y los tomates, en el caso de que sean frescos y no de lata.
Aprovecharemos el tiempo de cocción de los garbanzos para perlar y trocear también las peras, las patatas, que cortaremos a pellizco para que el almidón que suelta engorde el potaje, y la calabaza. Este último ingrediente, la calabaza, la cortaremos en trozos grandes para que no se deshaga en el guiso y se haga una especie de pasta. Además, es importante partir también esos trozos más o menos del mismo tamaño para que se cuezan todos a la vez y no queden unos más duros y crudos que otros.
En cuanto a las judías, quitaremos sus dos puntas y las cortaremos en trozos relativamente grandes para que no nos cueste encontrarlas.
Una vez listos estos ingredientes, por otro lado, pondremos en una sartén las 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra a calentar. Una vez calientes, añadiremos a la sartén los dientes de ajo pelados y las almendras a trozos para dorarlos. Cuando ambos alimentos tomen un color dorado, los sacaremos del fuego y los pondremos en una batidora o trituradora junto con el pan.
Si hemos elegido el biscote para la receta, bastará con triturarlo junto con el frito de almendra y ajo hasta que consigamos una textura crujiente. Si, por el contrario, usamos pan normal, tendremos que freír ese pan hasta que quede crujiente o tostarlo y seguir los mismos pasos que hemos dicho anteriormente.
Para no tirar nada, en el mismo aceite que hemos usado para freír el pan, o el ajo con la almendra, pocharemos la cebolla cortada en trocitos. Tendremos que ponerle un poco de sal para que sude y así más sencillo pocharla. Una vez que consigamos una textura blanda, añadiremos a la sartén el tomate previamente cortado y cocinaremos la mezcla durante 10 o 15 minutos a fuego medio hasta conseguir que pierda su agua y esté frito.
Cuando hayan pasado los 50 minutos de cocción de los garbanzos, retiraremos la olla del fuego y le pondremos entonces el pimentón. Es importante hacerlo así porque el pimentón se quema muy pronto, por eso hay que añadirlo fuera del fuego, para no estropear nuestra elaboración.
En ese momento tendremos que poner también nuestro sofrito en el interior de la olla junto con los garbanzos y la volveremos a poner al fuego. Además, incluiremos a la mezcla las patatas troceadas, los trozos de pera y de calabaza y los mantendremos en el fuego durante 15 minutos más.
Después de ese tiempo, será la hora de añadir a nuestro delicioso potaje las judías verdes. Una vez más, lo dejaremos cocinando durante otros 15 minutos. En este último punto no mezclaremos nada, simplemente pondremos las judías en la superficie para que se cocinen poco a poco con el vapor que expulsa la mezcla.
Cuando ya estén cocidas todas las verduras y las tengamos en el punto deseado, lo cual puede llevarnos entre 30 y 40 minutos, añadiremos la picadita de ajos, almendras y pan para darle así el toque final de sabor.
Una vez dentro, lo mezclaremos todo a base de mover la olla con movimiento de vaivén para evitar que se rompa la verdura al golpearla con la pala y lo dejaremos unos últimos 5 minutos, tras los que retiraremos la olla del fuego.
Como diría Bugs Bunny, eso es todo amigos y amigas. Las primeras veces que se hace esta olla gitana puede parecer un poco complicado e incluso tedioso, pero una vez que consigamos cogerle el truquillo y darle nuestro toque especial, lo encontraremos cada vez más rica y fácil de hacer. ¡A disfrutar!